"Vemos por espelho
e enigma
(Mas haverá outra forma
de ver?)
O espelho dissolve
o tempo
o espelho aprofunda
o enigma
o espelho devora a face
Leyendo estos dos poemas, creo que la poesía de Orides Fontela es muy potente y a veces parece muy simple. A veces su toma es muy filosófica y quema, como un enigma, capturando la chispa casi inefable de la poesía. A veces suena como un hechizo, como un sortilegio, lo que también la convierte en una poesía y una escritura muy profunda.
En esos primeros versos, la mezcla entre lo familiar (el espejo) y lo extraño (el enigma) ya está muy clara, como si la poesía nos estuviera invitando a aceptar esa dualidad sin resolución. La pregunta al final, "¿Pero habrá otra forma de ver?", añade una capa de incertidumbre, sugiriendo que, aunque ya estamos viendo, la verdadera forma de ver o comprender sigue siendo elusiva. Es como si el poema nos mostrara que, incluso al darnos cuenta de que estamos atrapados entre el reflejo y el misterio, la respuesta no se encuentra fácilmente. Tal vez Orides está diciendo que la búsqueda misma de esa "otra forma de ver" es infinita, y no se trata de una respuesta definitiva, sino de un constante cuestionamiento.
Esa sensación de estar suspendidos en la duda es precisamente lo que hace que el poema sea tan fascinante. Orides no nos da respuestas fáciles; más bien, nos empuja a seguir cuestionando, a aceptar la incertidumbre como parte de la experiencia humana. Es un tipo de poesía que no busca concluir, sino abrir caminos para la reflexión. Esa apertura a lo desconocido es lo que hace que su obra sea tan profunda y, al mismo tiempo, tan humana.