Qué has hecho del don del sexo?
KAFKA
Varias
páginas con moradas ideales, o sea: prolongar inconmensurablemente el poema “Moradas”
con ayuda de Bachelard.
Siempre quise vivir en el interior de un cuadro, ser un objeto a contemplar. Pero a veces quiero vivir en el ojo que mira ese cuadro en donde estoy. Este último deseo es menos frecuente que el anterior.
Siempre quise vivir en el interior de un cuadro, ser un objeto a contemplar. Pero a veces quiero vivir en el ojo que mira ese cuadro en donde estoy. Este último deseo es menos frecuente que el anterior.
En el
grito de una criatura humana que encuentra su verdadera voz en su “noche oscura
del alma”.
En el
guante perdido, que yace en la reja de una ventana.
Adentro
de una nuez.
Adentro
del pensamiento nostálgico de alguien que está parado en un muelle mirando partir
un barco.
En el
pensamiento exasperado de alguien que piensa con furor que malgastó el “don del
sexo”.
En el
oído de un músico, en la mano de un escultor, en el sueño de un poeta, en los
pies de un danzarín, en la mirada hacia dentro de un pintor.
Dentro de
un anillo que en una época guardaba veneno.
En el ombligo
de un rey.
En el
interior de una frutilla.
Adentro
de la casa bella y siniestra que está dibujada en un libro para niños que
contempla una niña que fui yo.
(Alejandra Pizarnik - Diarios)
(Alejandra Pizarnik - Diarios)